Los tres pasos del perdón


Primero la causa debe ser identificada. Este es el primer paso.
Luego hay que dejarla ir. Este es el segundo paso.
De manera que pueda ser reemplazada. Este es el tercer paso.

Los dos primeros pasos en este proceso requieren nuestra cooperación, el tercero no (tus imágenes ya han sido reemplazadas, y al tomar los primeros dos pasos te darás cuenta de que ha sido así). 
• Primero la causa debe ser identificada. Este es el primer paso.
Identificas la causa del problema.

Tu crees que estás atrapado en un mundo, tú crees estar atrapado en una situación en la cual tú eres la víctima inocente, y que no tienes control sobre ello. El milagro te dice que la causa de tu angustia no está en tu cuerpo, no está en el mundo, no tiene nada que ver con la situación en la que te encuentras, no está en tus relaciones. La causa del mundo está en tu mente que ha elegido al ego como su guía en vez de al Espíritu Santo. Ese es el primer paso, identificar la causa.
• Luego hay que dejarla ir. Este es el segundo paso.
La dejas ir. El segundo paso es decirle NO al ego y afirmar: ya no es esto lo que quiero. Y decirlo de corazón, ¡decirlo en serio! En ese momento esto desaparece y el tercer paso ya está automáticamente ahí porque simplemente ha estado esperando por ti.
• De manera que pueda ser reemplazada. Este es el tercer paso.
Así, el tercer paso ya ha ocurrido. Eso ha sido reemplazado. El Espíritu Santo no toma el tercer paso, Él es el tercer paso. Tú no tomas el tercer paso, simplemente lo aceptas.

Tu no tienes que hacer nada con el ego excepto mirarlo y decir que esto no es algo real. Esa es la dulce sonrisa de la que el curso se refiere. Es tan increíblemente simple.

Los primeros dos pasos en este proceso requieren tu cooperación. En otras palabras, tu tienes que decidir eso.

El paso final no requiere de tu cooperación debido a que ya ha sido tomado. Tus imágenes han sido ya reemplazadas. El Espíritu Santo es el reemplazo de todas las imágenes de pecado, de culpa, de terror, de sufrimiento, de sacrificio, de victimización, de especialidad. Todo el dolor y sufrimiento que tu crees ver en el mundo, ya sea en el mundo en general o en tu vida personal, o tu círculo de amistades y familia, son simplemente la proyección al mundo, son las imágenes que has forjado en tu mente para reemplazar las imágenes de amor y la imagen de Cristo que es lo que tú eres. Al elegir mirarlas en vez de tomártelas en serio, ellas desaparecen, y por lo tanto han sido ya reemplazadas.

Lo único que se requiere es tu pequeña dosis de buena voluntad, no mucha voluntad. Al tomar los primeros dos pasos te darás cuenta de que eso es así. Entenderás que el principio de la expiación simplemente ha estado siempre ahí, esperando por ti.

Esto es una total re-orientacion porque te das cuenta, una vez más, que el mundo del tiempo y del espacio sólo es una construcción de tu imaginación, y por lo tanto no tiene sentido alguno tratar de arreglarlo.

Kenneth Wapnick











Texto de Un Curso de Milagros