15-V. El instante santo y las relaciones especiales

UN CURSO DE MILAGROS
CAPÍTULO 15
EL INSTANTE SANTO




1. El instante santo es el recurso de aprendizaje más útil de que dispone el Espíritu Santo para enseñarte el significado del amor. Pues su propósito es la suspensión total de todo juicio. Los juicios se basan siempre en el pasado, pues tus experiencias pasadas constituyen su base. Es imposible juzgar sin el pasado, pues sin él no entiendes nada. Por lo tanto, no intentarías juzgar porque te resultaría obvio que no entiendes el significado de nada. Esto te da miedo porque crees que sin el ego, todo sería caótico, Mas yo te aseguro que sin el ego, todo sería amor.

2. El pasado es el principal recurso de aprendizaje del ego, pues fue en el pasado cuando aprendiste a definir tus propias necesidades y cuando adquiriste métodos para satisfacerlas de acuerdo con las condiciones que tú mismo habías fijado. Hemos dicho que limitar el amor a una parte de la Filiación produce culpabilidad en tus relaciones, y, por lo tanto, hace que éstas sean irreales. Si intentas aislar ciertos aspectos de la totalidad, con vistas a satisfacer tus imaginarias necesidades, estarás intentando valerte de la separación para salvarte. ¿Cómo no iba a producirse entonces culpabilidad? Pues la separación es la fuente de la culpabilidad, y recurrir a ella para salvarte es creer que estás Solo. Estar solo es ser culpable. Pues sentir que estás solo es negar la Unidad entre Padre e Hijo y, de ese modo, atacar la realidad.

3. No puedes amar sólo a algunas partes de la realidad y al mismo tiempo entender el significado del amor. Si amases de manera distinta de como ama Dios, Quien no sabe lo que es el amor especial, ¿cómo ibas a poder entender lo que es el amor? Creer que las relaciones especiales, con un amor especial, pueden ofrecerte la salvación, es creer que la separación es la salvación. Pues la salvación radica en la perfecta igualdad de la Expiación, ¿Cómo puedes pensar que ciertos aspectos especiales de la Filiación pueden ofrecerte más que otros? El pasado te ha enseñado esto. Mas el instante santo te enseña que eso no es así.

4. Todas las relaciones especiales contienen elementos de miedo en ellas debido a la culpabilidad. Por eso es por lo que están sujetas a tantos cambios y variaciones. No se basan exclusivamente en el amor inmutable. Y allí donde el miedo ha hecho acto de presencia no se puede contar con el amor, pues ha dejado de ser perfecto. El Espíritu Santo, en Su función de intérprete de lo que has hecho, se vale de las relaciones especiales, que tú utilizas para apoyar al ego, para convertirlas en experiencias educativas que apunten hacia la verdad. Siguiendo Sus enseñanzas, todas las relaciones se convierten en lecciones de amor.

5. El Espíritu Santo sabe que nadie es especial. Mas Él percibe también que has entablado relaciones especiales, que Él desea purificar y no dejar que destruyas, Por muy profana que sea la razón por la que las entablaste, Él puede transformarlas en santidad, al eliminar de ellas tanto miedo como le permitas, Puedes poner bajo Su cuidado cualquier relación y estar seguro de que no será una fuente de dolor, si estás dispuesto a ofrecérsela a Él para que no apoye otra necesidad que la Suya. Toda la culpabilidad que hay en tus relaciones especiales procede del uso que haces de ellas. Todo el amor, del uso que Él hace de ellas. No temas, por lo tanto, abandonar tus imaginadas necesidades, las cuales no harían sino destruir la relación. De lo único que tienes necesidad es de Él.

6. Si deseas substituir una relación por otra, es que no se la has ofrecido al Espíritu Santo para que Él haga uso de ella. El amor no tiene substitutos. Cualquier intento de substituir un aspecto del amor por otro, significa que has atribuido menos valor a uno y más a otro. De esta forma, no sólo los has separado, sino que los has condenado a ambos. Mas tuviste que haberte condenado a ti mismo primero, o, de lo contrario, nunca habrías podido pensar que necesitabas que tus hermanos fuesen diferentes de como son. A no ser que hubieses pensado que estabas falto de amor no se te habría ocurrido pensar que ellos estaban tan faltos de amor como tú.

7. El uso que el ego hace de las relaciones es tan fragmentado, que con frecuencia va aún más allá: una parte de un aspecto se ajusta a sus propósitos, pero al mismo tiempo prefiere diferentes partes de otro aspecto. De esta forma ensambla la realidad de acuerdo con sus caprichos, incitándote a que vayas en busca de una imagen que no tiene contrapartida real. Pues no hay nada en el Cielo o en la tierra que se parezca a ella, y así, por mucho que la busques, no podrás encontrarla porque no es real.

8. Todo el mundo aquí en la tierra ha entablado relaciones especiales, y aunque en el Cielo no es así, el Espíritu Santo sabe como infundirías de un toque celestial aquí. En el instante santo nadie es especial, pues no le impones a nadie tus necesidades personales para hacer que tus hermanos parezcan diferentes. Sin los valores del pasado, verías que todos ellos son iguales y semejantes a ti, y que no hay separación alguna entre ellos y tú. En el instante santo ves lo que cada relación ha de ser cuando percibas únicamente el presente.

9. Dios te conoce ahora. Él no recuerda nada, pues siempre te ha conocido exactamente como te conoce ahora. El instante santo refleja Su conocimiento al desvanecer todas tus percepciones del pasado, y al eliminar de esta manera el marco de referencia que inventaste para juzgar a tus hermanos. Una vez que éste ha desaparecido, el Espíritu Santo lo substituye con Su Propio marco de referencia, el cual es simplemente Dios. La intemporalidad del Espíritu Santo radica sólo en esto. Pues en el instante santo, el cual está libre del pasado, ves que el amor se encuentra en ti y que no tienes necesidad de buscarlo en algo externo y de arrebatarlo culpablemente de donde pensabas que se encontraba.

10. Todas tus relaciones quedan bendecidas en el instante santo porque la bendición es ilimitada. En el instante santo la Filiación se beneficia cual una sola, y al quedar unida en tu bendición, se vuelve una para ti. El significado del amor es el que Dios le dio. Atribúyele cualquier otro significado que no sea el que Él le otorga, y te será imposible entenderlo. Dios ama a cada uno de tus hermanos como te ama a ti; ni más ni menos. Al igual que tú, tiene necesidad de todos ellos por igual. En el tiempo, se te ha dicho que obres milagros tal como yo te indique, y que permitas que el Espíritu Santo te traiga aquellos que te andan buscando. Mas en el instante santo te unes directamente a Dios, y todos tus hermanos se unen en Cristo. Aquellos que están unidos en Cristo no están separados en modo alguno. Pues Cristo es el Ser que la Filiación comparte, de la misma manera en que Dios comparte Su Ser con Cristo.

11. ¿Crees que puedes juzgar al Ser de Dios? Dios lo creó inmune a todo juicio como resultado de Su necesidad de extender Su Amor. Puesto que el amor se encuentra en ti, no tienes otra necesidad que extenderlo. En el instante santo no hay conflicto de necesidades, ya que sólo hay una necesidad. Pues el instante santo se extiende hasta la eternidad y hasta la Mente de Dios. Y únicamente ahí tiene sentido el amor, y únicamente ahí puede ser comprendido.









Texto de Un Curso de Milagros